Firma Invitada: Mercedes Ruiz
«Existen perfumes que dejan aroma a recuerdos» (Danns Vega)
Es un tratamiento terapéutico centrado en el uso de aceites naturales o esenciales que se extraen de plantas o flores.
Usado adecuadamente, tiene un poder increíble y produce cambios positivos en el cuerpo, mejora la salud y el bienestar general. No tiene contraindicaciones ni efectos secundarios, alivia dolencias físicas y equilibra nuestras emociones.
En la India, la tradición en el uso de aceites esenciales se perpetuó gracias al Libro sagrado de los Vedas, uno de los más antiguos y donde podemos encontrar distintas menciones a la aromaterapia citando la canela, el jengibre, mirra y sándalo. La forma más antigua de medicina es el Ayurvedismo que todavía se aplica en el tercer mundo.
Encontramos referencias del uso de la aromaterapia en la Biblia: Dios le dijo a Moisés que usara mirra, que se compone de aceite de oliva, cálamo, casia y canela. La mirra es eficaz como antiséptico y estimulante del crecimiento celular.
A Hipócrates se le conoce como “el padre de la medicina”, defensor del uso de aceites esenciales en el baño y masajes, fue líder en el uso de la aromaterapia con fines medicinales.
Los egipcios la usaban para hacer desodorantes, los sacerdotes para embalsamar los cuerpos de sus faraones y sanar la mente. Los fenicios encontraron en las esencias un valor financiero y comercial.
Los aceites esenciales son sustancias orgánicas completas que se extraen de plantas aromáticas medicinales por destilación al vapor de agua. Son la esencia de la planta, y en ellos se concentran sus propiedades, pero es fundamental tener la seguridad de que son 100% puros.
Según la acción que queramos conseguir, podemos utilizarlos de diferente manera:
- Inhalación: el método básico de la aromaterapia, directa o indirectamente mezclado con agua. Podemos usar difusores o baños de vapor. Ideal para problemas respiratorios o de la piel.
- Masaje: Diluido en alguna loción o agua, es el método adecuado para contracturas o masajes relajantes
- Baño aromático: Mezclar unas gotas de aceite en un baño caliente y alternando con duchas de agua tibia, indicado para problemas de circulación y favorece la relajación.
Una sesión de aromaterapia es algo más que un masaje, es importante reservar un tiempo antes y después del mismo para conseguir que los beneficios sean altamente positivos y centrarnos en el bienestar que vamos a recibir. Como en toda terapia, es fundamental acudir a profesionales que nos orientaran el tratamiento más adecuado a la dolencia que padecemos.
Habitualmente se utilizan cinco aceites esenciales junto con un aceite llamado portador o aceite base. El aroma que desprenden estos aceites deberán tener un efecto positivo en nosotros, relajante o estimulante en función de la patología que nos afecta y de la terapia elegida por el aromaterapeuta. Es aconsejable repetir este tipo de masaje hasta que los síntomas de la dolencia hayan remitido.