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En casa de Rocío Valero y Raúl Carrillo
«El hogar debe ser el refugio sagrado de la vida» (John Dryden)
Esta vivienda de nueva construcción, situada en un amplio residencial del Bulevar, es el recién estrenado hogar de este joven matrimonio formado por Rocío Valero y Raúl Carrillo.
“Nos conocimos en Octubre de 2008 en la boda de unos familiares, el flechazo fue inmediato y a pesar de la distancia que nos separaba (Raúl vivía en Barcelona), desde el principio tuvimos claro el proyecto de vida en común que queríamos”
“Rocío quiso decorar personalmente nuestra casa, juntos hemos aprendido a disfrutar del proceso, desde la elección del color de las paredes hasta el estilo clásico contemporáneo de todo el mobiliario»
La decoración de todas las estancias refleja la dedicación y pasión que han puesto en elegir hasta el último detalle.
En el recibidor, el papel pintado azul noche enmarca como un telón el aparador con acabado repujado en plata, uno de los primeros muebles que entraron en la casa y regalo de los compañeros de trabajo. El espejo es un recuerdo de familia restaurado por Rocío.
La luminosa cocina de diseño italiano y electrodomésticos integrados de última generación mantiene la línea decorativa minimalista de toda la casa. Muebles lacados en blanco roto brillante, puertas lisas sin tiradores y un original mueble despensero con puertas de espejo hacen junto con la encimera de silestone gris antracita, que esta pequeña pero luminosa y funcional cocina sea todo un ejemplo de optimización de espacio.
Rocío, a pesar de su juventud es una experta cocinera, profesión que desempeña desde hace años en el salón de bodas “Cerro Puerta”. Esta pasión por los fogones heredada de su madre, hace que para ella detalles tan importantes como la cocina de gas, sea uno de los imprescindibles en su cocina.
El amplio y luminoso salón tiene bien definidas las zonas de estar y el comedor. El sofá en tono gris acero con chaise longue preside la zona de estar situada junto a la salida a la terraza. Unas cortinas dobles con visillos de hilo tamizan la luz que inunda toda la estancia. El almacenaje se ha resuelto con una vitrina totalmente acristalada y una librería cerrada de madera de pino lacada en blanco, dos piezas de gran tamaño que junto al mueble de TV destacan sobre cálido gris de las paredes.
La zona de comedor está compuesta por una mesa redonda extensible con una sola pata central tallada y cuatro sillas de madera maciza con respaldo en aspa. Separada de la zona de estar por una consola del mismo estilo afrancesado del resto del mobiliario, esta zona de comedor es el próximo proyecto decorativo de la pareja: “queremos hacer más acogedora esta zona delimitando el espacio con un friso de madera lacada en blanco, para personalizar y darle carácter a las paredes vistiéndolas sin necesidad de colgar cuadros”
En el dormitorio de matrimonio, el protagonista junto con la amplia cama de madera maciza lacada en blanco, es el papel pintado utilizado tanto en la pared que separa el dormitorio del vestidor integrado como en el propio vestidor. El tocador con espejo y pata cabriolé, es un elemento romántico y muy femenino que repite el estilo francés de todo el mobiliario y le da un toque vintage boudoir.
El espejo y la mesa de recibidor situados a la entrada del vestidor, han sido recuperados por Rocío y allí expone una colección de frascos de perfume antiguos.
Como toda la familia de Raúl sigue viviendo en Barcelona, el dormitorio de invitados es una de las habitaciones que amueblaron pensando en hacer cómoda la estancia de sus padres. Por eso se decidieron por una cama de matrimonio enmarcada por un cabecero de forja decapado y dos estantes volados que hacen las veces de mesas de noche. Frente a ella un espejo biselado, rematado con una moldura tallada también restaurada por Rocío.
