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¿Nos vamos de Preboda con Nupzia?

    Publirreportaje

    ¿Nos vamos de preboda?

    Licenciado en Bellas Artes, Juan Montoro Peralta desarrolló su carrera como diseñador gráfico publicitario y aunque inicialmente se inclinaba por el dibujo, al descubrir la fotografía y sus infinitas posibilidades, se enamoró de la visión que el mundo puedo llegar a tener a través del objetivo.

    En diciembre de 2006 inauguró en Jaén, NUPZIA, el estudio de fotografía, desde allí dirige también EL CREATA: Fabricante de ideas, su primer proyecto empresarial desde 2005, un taller de diseño, creatividad e ilustración  en el que utiliza elementos gráficos y mensajes llenos de color y sencillez, transmitiendo lo máximo con lo mínimo.

    NUPZIA ofrece unos reportajes de boda nada al uso, recogiendo momentos de la ceremonia que pasan desapercibidos al ojo humano, pero que una cámara recoge con precisión y  convierten el álbum tradicional en un especial homenaje a la pareja, la familia y los invitados. Su responsable, Juan Montoro (El Creata) nos explica como consigue la magia en cada reportaje. 

    A la hora de contratar el reportaje de boda, son muchas las parejas que me suelen preguntar si recomiendo hacer la sesión preboda, algo que se ha puesto de moda últimamente  y que favorece mucho que el resultado final del reportaje del día más importante de sus vidas sea óptimo,  por eso  mi respuesta es SÍ, por varias razones, pero por dos fundamentalmente.

    La primera es romper el hielo entre la pareja y el fotógrafo, conocerse, entablar una relación de confianza para pasar de lo profesional a lo personal. Lo que comienza con un tímido café suele acabar con risas y un conocimiento más intimo por ambas partes, de esta forma el día de la boda, tanto uno como los otros están más relajados, familiarizados con la cámara y el trabajo es mucho más ágil y dinámico, puesto que ya conocemos el lado bueno de los novios, la luz que os puede favorecer y vuestra capacidad de improvisar. Por eso los reportajes de hoy en día tienen esa espontaneidad  y frescura de la que se carecía hace unos años.

    La segunda razón, pero no menos importante, es  conservar un recuerdo de ambos antes de la boda realizado por profesionales de la imagen, de forma más informal y teniendo la oportunidad de hacerlo en un lugar con algún significado especial para los novios. En ocasiones, la pareja prefiere dejarse asesorar, en cuyo caso buscamos localizaciones con encanto, ya sean urbanas o campestres, donde tanto la vegetación como la arquitectura se convierten en escenarios improvisados. En este tipo de sesiones, el vestuario siempre cómodo y elegido por ellos, pone el punto de naturalidad tan buscado tanto por el fotógrafo como los novios.

    Las sesiones preboda, me han regalado la oportunidad de descubrir lugares maravillosos, con encanto especial  y además de conocer  más a fondo a personas fantásticas que irradian ilusión y amor y que a partir de ese momento dejan de ser “clientes” para convertirse en cómplices del que será uno de los días más felices de su vida.

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