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La diferencia está en la limpieza

    Firma Invitada: Sergio Pulido

    Una bonita sonrisa, puede cambiar tu vida

    Afortunadamente, cada vez más damos más importancia a una correcta salud bucodental y por eso es fundamental establecer unos hábitos de higiene oral y dental saludables desde la más tierna infancia.

    CEPILLADO

    Un correcto cepillado después de cada comida, al menos tres veces al día, es el punto fundamental sin el que cualquier otro tratamiento que nos realicen carece de sentido.

    El cepillado, elimina los restos de alimentos y la placa bacteriana, la responsable de la formación de caries y sarro que pueden afectar a la estructura dental.

    Divide la boca en cuatro secciones para cepillarlas al menos durante 30/40 segundos cada sección. Los movimientos serán verticales de arriba a abajo, suaves pero firmes. Para finalizar hay que cepillar la lengua y enjuagarse con agua o un colutorio para eliminar los restos de dentífrico.

    Muchas veces se plantea la duda sobre la conveniencia del uso del cepillo eléctrico o manual, lo fundamental es saber utilizarlo correctamente, cualquiera de las dos opciones tienen ventajas e inconvenientes:

    CEPILLO MANUAL

    Entre sus ventajas, está el tener el control sobre la velocidad y presión en encías y dientes que ejercemos en el cepillado. En el mercado se presentan con diferentes tamaños y formatos, que les hace muy fácil el transporte. Su precio, al ser más económico, puede ser determinante a la hora de decantarnos por éste tipo de cepillo. Como desventaja principal podemos señalar que es necesaria una gran destreza para conseguir una limpieza profunda y eficaz, así que las personas con movilidad reducida y los niños, pueden tener dificultades para un óptimo cepillado.

    CEPILLO ELÉCTRICO

    El movimiento puede ser de vibración (sónicos o ultrasónicos) o de rotación (giratorios). Su velocidad permite que el cepillado sea mucho más rápido a la vez que efectivo. Para las personas con movilidad reducida y los niños es la mejor opción. Una de sus desventajas, es su precio que supera en mucho el de uno manual, su tamaño lo hace poco práctico para transportarlo. Las personas con alta sensibilidad en las encías o problemas periodontales, pueden experimentar una sensación incómoda, así que estos casos es mejor buscar una opción menos agresiva.

    No olvidar cambiar los cepillos manuales o los cabezales de los eléctricos como mínimo cada dos meses. Es mejor utilizarlos de dureza mediana para no desgastar el esmalte dental y si usamos ortodoncia comprar un cepillo adaptado para una limpieza óptima.

    DENTÍFRICO

    Utilizar los productos adecuados y acorde a nuestras necesidades es tan importante como el correcto cepillado. No es necesario depositar una cantidad desmesurada de pasta de dientes en el cepillo, con una pequeña nuez será suficiente para conseguir la espuma necesaria para acceder a todos los rincones de nuestra dentadura, consiguiendo prevenir enfermedades periodentales eliminando bacterias y sobre todo  un aliento fresco.

    HILO DENTAL

    Su uso correcto como complemento al cepillado, favorece la eliminación de placa y restos de alimentos donde el cepillo no ha llegado. La técnica correcta es la siguiente:

    Tomar unos 45 cm de hilo dental y enrollar la mayor parte alrededor del dedo anular de una mano y sostener la otra parte con el índice y pulgar de la otra mano, dejando unos 3 o 5 cm de hilo para deslizarlos suavemente entre los dientes y encías:

    Existen dos tipos de hilo o seda dental:

    *Nylon o multifilamento, puede estar encerado y los hay de varios sabores. Al estar compuesto por muchas hebras a veces se desgarra o deshilacha.

    *PTFE monofilamento. Aunque pueda ser más caro, este hilo se desliza fácilmente entre los dientes aun con espacios reducidos y no se deshilachan.

    CEPILLO INTERDENTAL

    Son una herramienta más para garantizar una correcta higiene bucal, se usan especialmente para realizar una limpieza más eficaz entre los dientes si el espacio es amplio. Existen varios tamaños y formas, ya que deben entrar fácilmente en el espacio interdental sin forzarlo y sin presión.


    IRRIGADOR DENTAL

    Hasta ahora el uso del irrigador dental era de uso exclusivo por el dentista,  aunque ya se están comercializando para uso doméstico. Es una técnica de higiene bucodental que,  combinada con un buen cepillado, permite conseguir los mejores resultados. Mediante un chorro de agua pulsátil que llega a las zonas de más difícil acceso, se puede arrastrar la placa bacteriana a la vez que estimula las encías combatiendo la aparición de caries y proporcionando una agradable sensación de frescor. 

    Al elegir a un odontólogo que preste atención a su familia, usted busca un profesional que preste un servicio de calidad, e insistirá en la importancia de una correcta higiene bucodental así como  revisiones periódicas,  para prevenir cualquier tipo de enfermedad periodental.

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