Ana Olid /Firma Invitada
Cómo habilitar tu armario para la temporada otoño-invierno

El cambio de estación es siempre un punto de inflexión. Cuando las hojas empiezan a caer y las temperaturas descienden, no solo se transforma el paisaje, también lo hace nuestra manera de vestir. El otoño-invierno trae consigo una nueva paleta de colores, texturas envolventes y prendas que invitan a redescubrir el placer de vestir con intención. Sin embargo, antes de lanzarnos a comprar lo último en tendencias, es fundamental detenernos un momento y revisar nuestro punto de partida: el armario.Habilitar el armario para la nueva temporada no es únicamente un ejercicio de orden, sino un acto de autoconocimiento y estrategia. Se trata de observar qué tenemos, qué necesitamos realmente y cómo podemos adaptar nuestro estilo personal a las nuevas propuestas sin perder coherencia. La moda pasa, pero la imagen (cuando se construye con criterio) permanece.
El ritual del cambio de temporada: limpiar, revisar, proyectar
Antes de incorporar las prendas de otoño-invierno, el primer paso es despejar el espacio. Vaciar el armario por completo permite ver con claridad qué piezas siguen funcionando, cuáles necesitan renovación y cuáles, simplemente, ya no representan nuestra imagen actual.
Clasifica tu ropa en tres grupos:
Conservo: prendas atemporales y de calidad que encajan con tu estilo y que puedes seguir combinando esta temporada.
Renuevo: piezas que necesitan ajustes, limpieza profesional o pequeños arreglos para volver a la rotación.
Descarto: prendas que ya no te favorecen, están deterioradas o no se alinean con la imagen que proyectas.Este ejercicio no solo libera espacio físico, sino también mental. La claridad visual facilita la creatividad y te ayuda a vestir con mayor intención.

La base de un armario funcional: invertir en fondo de armario
Cada temporada trae tendencias nuevas, pero el secreto de un armario bien estructurado está en el equilibrio entre lo básico y lo estacional. Las piezas de fondo de armario son la columna vertebral sobre la que construyes tus estilismos, y deben adaptarse a tu estilo, morfología y ritmo de vida.
Imprescindibles otoño-invierno
Abrigo estructurado: en tonos neutros como camel, gris, negro o azul marino. Aporta elegancia inmediata a cualquier look.
Blazers de lana o tweed: perfectos para superponer sobre jerséis o camisas.
Prendas de punto de calidad: jerseys, cárdigans en lana merina o cashmere.
Camisas y blusas versátiles: combinables con vaqueros o faldas maxi.
Pantalones de corte recto o palazzo: cómodos, sofisticados y fáciles de coordinar.
Botines y botas: un calzado cómodo, pero con presencia, ideal para la transición entre el otoño y el invierno.
Una vez tengas identificadas tus piezas base, podrás añadir las prendas tendencia que darán frescura a tus combinaciones sin perder coherencia visual.

La paleta de color: conectar con la temporada y contigo
Cada estación tiene su lenguaje cromático, y en otoño-invierno los tonos se vuelven más profundos y envolventes. Marrones, borgoñas, ocres, verdes oscuros, azul petróleo o gris topo protagonizan la temporada. Sin embargo, más allá de seguir modas, es esencial identificar qué tonos armonizan mejor con tu colorimetría natural —tu tono de piel, cabello y ojos—.
Consejo de asesora de imagen: No caigas en el error de vestir solo de negro durante el invierno. Los tonos cálidos y medios aportan luminosidad al rostro y transmiten una imagen más cercana. Incorporar color en los complementos (bufandas, guantes, bolsos o zapatos) puede transformar un look neutro en algo mucho más actual y personal.
El arte de combinar: capas con propósito
El otoño-invierno es la temporada ideal para dominar el arte del layering o vestir por capas. Esta técnica no solo te permite jugar con volúmenes y texturas, sino también adaptar tu look a los cambios de temperatura sin perder estilo.
Cómo hacerlo con acierto:
- Combina tejidos de diferentes pesos (lana con seda, denim con cachemira).
- Define siempre la cintura o el equilibrio de proporciones: si la parte superior es voluminosa, que la inferior sea más ajustada, y viceversa.
- Añade cinturones o accesorios que estructuren el conjunto.Vestir por capas no significa acumular prendas, sino construir armonía entre ellas.

Complementos: pequeños gestos, gran impacto
Los complementos son el puente entre lo funcional y lo emocional. En esta temporada, adquieren protagonismo no solo por su estética, sino por su capacidad de transformar un look sencillo en uno sofisticado.
- Bufandas y pashminas: elige tejidos naturales y tonos que iluminen tu rostro.
- Guantes y gorros: opta por materiales nobles como el cuero o la lana.
- Bolsos estructurados: los tonos chocolate, vino o gris antracita son la nueva neutralidad.
- Joyas discretas: dorados suaves o acabados mate, perfectos para el ambiente invernal.El equilibrio está en los detalles. Un accesorio bien elegido habla de intención y refina el mensaje de tu imagen.

Una temporada para reconectar con tu estilo
Habilitar el armario no es solo un ejercicio de organización, es una oportunidad para reconectar con quién eres hoy y hacia dónde quieres proyectarte. La imagen personal evoluciona con nosotros, y cada nueva temporada es una invitación a actualizarla con autenticidad. No tengas miedo en acoplar nuevas prendas, arriesga y opta por darles visibilidad.
El otoño-invierno nos recuerda que la elegancia no está en la cantidad de prendas, sino en la calidad de las elecciones. Se trata de invertir en piezas versátiles, cuidar los tejidos, combinar con inteligencia y, sobre todo, sentirnos en sintonía con lo que vestimos.
En definitiva, preparar tu armario para la nueva temporada es mucho más que cambiar la ropa del perchero: es una renovación de energía, de actitud y de estilo. Vestir bien en otoño-invierno significa abrazar la calidez de los tejidos, jugar con las capas, descubrir nuevos colores y reafirmar, cada mañana, que tu imagen es tu mejor carta de presentación.