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Carta a mi abuelita, la mejor que pude tener

    Manuela Torres / Firma Invitada

    Aunque ya hace mucho tiempo que no estás conmigo, tú recuerdo sigue imborrable en mí. Y es que fueron tantos momentos de la niñez los que compartimos, que jamás podré olvidarte. Es una carta de amor sincera, para darte las gracias por tanto amor cómo me diste. Mis vacaciones infantiles comenzaban justo el día que me daban las notas finales en el cole, y allí estabas tú, preparada para llevarse a la niña al pueblo, y no devolverla a Jaén hasta mediados de septiembre(Justo para comenzar el nuevo curso). Y yo te esperaba con los brazos abiertos, me sentía dichosa y encantada de que me estuvieses esperando, contaba los días para irme contigo. Allí era yo era FELIZ y libre.

    Siempre fui tú preferida y tú y yo lo sabíamos, aunque los demás lo intuían. No es que no quisieras al resto de nietos, es que yo siempre fuí tu ojito derecho y eso no sería de bien nacida, sino te lo agradeciese siempre toda mi vida, aunque pasen miles y miles de años, GRACIAS por darme tanto, por darme todo lo que me diste. Me entregaste tanto amor, tanto cariño, tantos caprichos, tantos desvelos, tanta complicidad tuvimos, que sólo yo, puedo y quiero regalarte esta humilde carta cargada de verdad, sencillez y sentimientos. Eras más que una simple abuela, para mí fuiste una segunda madre, te desvivías por mí, aguantabas mis antojos, mis deseos, mis caprichos. Recuerdo cómo todos los días me acompañabas a bañarme al río, como esperabas pacientemente, llegando incluso a dar cabezadas y aguantando estoicamente, a la sombra de aquellos álamos inmensos, porque el baño no terminaba nunca y tú soportabas el calor, los mosquitos y todo lo que hubiese que resistir, hasta que yo me decidía a salir de chapotear en el río. Pero nunca te enfadabas, con voz poco autoritaria, me invitabas a salir del agua, había que comer!!!!!

    Me viene a la memoria como me untabas las rebanadas de pan con nocilla de tres colores, los bocadillos de salchichón, ó el bollo de pan con la onza de chocolate, como me peinabas todas las tardes para salir a jugar, para que fuese la niña más guapa y “ peripuesta “, de todas. Y no puedo olvidar aquella anécdota, cuando me encapriche de un perrito a toda costa, y hasta que no me lo conseguisteis no os disteis por vencidos. El pobre animal fue atropellado a los pocos días por un camión, y vosotros llorabais a la par que yo, no tanto por la muerte del pobre perro, sino porque me había quedado sin mi capricho. Tampoco puedo olvidarme de los paseos a la Ermita por agua, juntas cruzábamos el río para después pararnos un momento, a rezar a la Purísima, antes de llenar las botijas de agua dulce y fresquita del manantial que nunca se seca, en ese entorno de sombras y arboleda . Allí tú y yo, descansábamos un rato y charlábamos de nuestras cosas. Ya de vuelta, tú te sentías tan orgullosa de llevarme de la mano y yo era tan feliz a tu lado. Al regreso sentado en el “ pollete”, nos esperaba el abuelo Luís, escuchando alguna novela de esas interminables con la radio pegada a la oreja,  y gruñendo seguramente porque nos habíamos tardado demasiado y se hacía de noche . No conocí persona más buena, noble y culta en aquella época que a él . Ahora confieso que he heredado del abuelo Luis, mi afición a la lectura y a expresar mis pensamientos y reflexiones por escrito.

    Aquellos veranos serán inolvidables para mi , mientras viva los tendré grabados en la retina y no quiero que desaparezcan, porque me regalan tanta paz y apego. Me disteis tanto amor los dos, que no se puede explicar con palabras, sólo sentirlo. Nunca te enfadabas conmigo abuela, aunque a veces lo mereciese, eras mi protectora, mi ángel de la guarda. Sé que han pasado muchos años desde que te marchaste, pero nunca es tarde, para el recuerdo de aquella mujer de cuerpo menudo y carácter firme, pero cordial y agradable. Decirte que siempre estarás en mi pensamiento y oraciones, muchísimas GRACIAS de verdad por tanto amor cómo me diste, esto es sólo un pequeñísimo reconocimiento a mi abuelita. Me reconforta no sabes cuanto tenerte en la memoria, porque siempre lo hago con una sonrisa, nunca tengo un mal gesto ó reproche que hacerte, un mal recuerdo tuyo, fuiste mi abuela perfecta, junto al abuelo Luis. Me llenasteis ambos, de afecto, de ternura, de cariño; tengo tantos recuerdos bonitos, bellos, felices, de vosotros guardados en mi corazón, y todos maravillosos. Vosotros fuisteis los  que hicisteis bonitos , mis primeros pasos en la vida. Y lo más extraordinario es que no desperdicié, ninguno de esos años de mi niñez junto a vosotros, los exprimí al máximo y me siento afortunada por ello. Por tener a los abuelos más fantásticos, admirables, excelentes y humanos que una niña, puede desear tener. No se puede pedir más, me lo disteis todo.

    A los 11 años me dolía el alma perderte, pero así ha sido enternecedor y emocionante tenerte en mi vida. Yo sólo quiero responder a tanta gratitud que me regalasteis los dos, con esta sencilla carta de agradecimiento y AMOR. Y por último, Abuelita(así te gustaba que te llamáramos), ¿CÓMO ES ESO ALLÍ ARRIBA? ¿Se vive bien? Uff, si te contara cómo anda la cosa por aquí, ahora !! Te echarías las manos a la cabeza !! Y no creo que te gustase volver, conociéndote y con la familiar que eras, no veas.!! ¿Está MAMÁ CONTIGO?, dale un beso muy grande y abrázala hasta el infinito, cuídala mucho. Cuidaros las dos y dile que otro día le escribiré a ella, pero hoy ya era hora te tocaba a ti, a mi ABUELITA. Y por supuesto dales un apretón a todos de mi parte, ya han vuelto prácticamente todos de nuevo, junto a ti !! Intuyo que estás contenta de tenerlos para siempre a tu lado .Y no le regañes tanto al abuelo Luis !!. Que aunque era un poco lento para hacer las cosas, era muy manitas (claro que las arreglaba a su ritmo), imagino seguirá igual !!    Sé que ahora mismo te estás riendo con mis palabras.
    Nunca te OLVIDO!! Te quise y te QUIERO MUCHÍSIMO, Abuelita!! Y por supuesto NO me OLVIDO tampoco del ABUELO Luis. Dale un beso “apretado“ de su nieta, “aunque tú para achuchones eras un poco arisca”, ja, ja, ja !! Aunque sé que por mi lo vas hacer.
    TU NIETA.

    2 comentarios en «Carta a mi abuelita, la mejor que pude tener»

    1. Yo también recuerdo mi infancia muy feliz en la cerradura.
      Hay labre mi futuro profesional de PANADERO
      JUNTO A LA CASA DE TUS ABUELOS Y DONDE SE ORGANIZABA EL BAILE EN LA FÁBRICA DE ACEITE

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