Publirreportaje
Jardines de la Almazara: Con vistas al mar de olivos
«Tener ideas es fácil… solo hay que tenerlas» (Ferrán Adriá)
Diego Sánchez, gerente de Jardines de la Almazara, pertenece a esa generación de emprendedores que han hecho de la hostelería no solo su medio de vida, sino su vida.
En 1967, con tan sólo 16 años, inició su primera aventura empresarial en Mancha Real, la Discoteca Danza y Yo, pionera en su localidad y una de las más amplias y modernas de toda la provincia. Más tarde y siguiendo la búsqueda de la innovación y calidad en el servicio, vinieron otros negocios: el primer disco pub Taka-Tuka, la taberna andaluza La Tabernilla, la Sociedad Recreativa El Casino, la cafetería La Almazara y el Taka Tuka II.
Siempre pensando en la familia y con el apoyo incondicional de su esposa Lola Hervás, una excelente cocinera y matriarca indiscutible, el 5 de Mayo de 2007 inauguraron el que hasta ahora es su último proyecto hecho realidad, con una espectacular boda para 615 invitados, Los jardines de la Almazara.
Situado en la puerta de Sierra Mágina, en su amplio restaurante para 100 comensales se puede disfrutar de una exclusiva carta de cocina mediterránea tradicional y de autor diseñada por el hijo menor de Diego y Lola, Juan Manuel, un joven cocinero formado en los fogones del restaurante El cenador de Amós en Cantabria, distinguido con una estrella Michelin y dirigido por Jesús Sánchez.
Como maître y sumiller José Mª, el mayor de los hijos que realizó prácticas en el Hotel Center de Granada una vez finalizado el curso superior de servicio en hostelería, mantiene el contacto directo con los clientes asesorándoles tanto en la elección de los platos como de los vinos que los acompañan.
El salón, los jardines y la terraza forman un espacio abierto que permite la celebración de una boda exclusiva, no solo por la decoración, también por los menús totalmente personalizados.
“A los novios les ofrecemos elegir entre diez diferentes entrantes, tapas calientes y frías, diez platos de carne y diez de pescado. Ellos elaboran su propio menú, por eso en nuestros salones nunca celebramos dos bodas iguales, en cada una de ellas los novios han impregnado su propio sello. Disponemos de un cenador con carpa en la terraza que nos permite celebrar bodas civiles con unas vistas increíbles. Por supuesto baile, barra libre y un servicio de autobús pensado para que los invitados no tengan que preocuparse a la hora de volver a casa”
Publicado en conGlamour nº 11