“Ser amable, sonreír y amar, son las claves para ser feliz” (Hunter Doherty “Patch” Adams)
Siempre he sido y sigo siendo de risa fácil y de sonrisa aún más fácil, no me cuesta ningún esfuerzo saludar, recibir o atender a alguien, risueña ¡incluso al teléfono! Quizás ha sido una herramienta a la que recurro desde mi niñez para disimular mi gran timidez y forma parte de mi expresión en la madurez (sigo siendo tímida pero he aprendido a gestionarlo mucho mejor).
Es como que cualquier relación, conversación o trámite es más fácil si le precede o antecede una sonrisa franca y un gesto amable.
¿Sabéis que los niños ríen entre 300 y 400 veces al día, los adultos entre 40 y 70? La risa ayuda a generar endorfinas que nos libran del dolor de contracturas y malas digestiones. Amar y Ayudar a los demás nos aporta grandes dosis de esas endorfinas de placer y bienestar; y diversos estudios (y yo lo ratifico) han demostrado que vivir en armoniosa pareja es saludable para el organismo y beneficia al corazón.
Entonces, si reír, sonreír, ser positivo y amable es tan beneficioso para nuestra felicidad y la de los que nos rodean, además de barato, fácil, divertido y afectivo, ¿por qué no intentamos ponerlo en práctica a diario, como si de una dieta alimenticia o una tabla de ejercicios se tratara?
Los psicólogos manifiestan además, que rodearte de personas positivas, bondadosas y generosas en su trato, te ayuda a ser más feliz, pero también advierten que existen personas tóxicas que cargan con un saco lleno de negatividad, resentimiento, envidia, celos, crítica, frustración, baja autoestima, inseguridad, necesidad de ser reconocidos, aprobados y ser importantes… que pueden llegar a influir en personas más débiles, crean nerviosismo y mal ambiente y producen cuando no están, sensación de alivio, por lo que alejarnos de ellos y ser cautelosos es la mejor opción.
Seguro que todos, en nuestra vida diaria (entre los compañeros de trabajo, amigos, conocidos, reconocemos enseguida por las sensaciones que transmiten (positivas y negativas) a estos dos tipos de personas.
Como escribe Paulo Coelho “Elimina de tu vida todo aquello que te cause estrés y te quite la sonrisa”, yo huyo de las personas negativas y oscuras, no me interesan, me son indiferentes e intento rodearme de personas blancas, con luz y alegría de vivir, con los mismos problemas, inquietudes, preocupaciones, ilusiones y esperanzas que yo, pero sanas de corazón y de alma y me protejo con el mejor escudo: los momentos de felicidad en 3D que vivo con las personas a las que amo y me aman.
Feliz fin de semana
Editorial publicado en conGlamour magazine nº 14