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La moda del ayuno

    Firma Invitada: Cristina de la Morena

    ¡Lo que nos gusta al ser humano seguir las corrientes sociales!, llamémoslas así.

    Hoy en día es cuestión de segundos, seguir una corriente, tendencia, reto…, implementarla en nuestras vidas, hacer alarde de ello durante un tiempo y olvidarla en cuanto llegue otra.

    Ayuno intermitente, ayuno 12:12, ayuno una comida al día, ayuno 24h, y más y más y más.

    ¡Si o si hay que formar parte de algo!

    El ayuno no es nuevo, como diría un buen amigo mío, es más viejo que el hilo negro. Estoy segura que los primeros hombres que habitaron la Tierra lo hacían un día sí y el otro también hasta que tuvieran la suerte de cazar algo.

    Hablemos del más famoso, del que todos hablan cuando te explican los beneficios a medio-largo plazo. El ayuno de Jesucristo.

    Cuarenta días y cuarenta noches en el desierto, enviado por tu Padre que no es otro que Dios, sin comer ni beber y con el demonio a punto de aparecer en cualquier momento para tentarte con cualquier cosa…

    La situación fácil desde luego que no debió ser pero, según la Biblia, lo consiguió. Venció tentaciones, se abrazó a la autodeterminación, a la sencillez, al valor no heroico y a sus  prioridades.

    Yo veo el entorno actual mucho más difícil que hace cientos de años. ¡Pero mucho más!

    En cuanto los personajes públicos de turno, ponen en marcha su maquinaria,  se convierte en un barranco por el que todos nos tiramos y a ver que pasa. Porque, si es beneficioso para ellos, yo también lo quiero y ya.

    Pero ¿hasta qué punto tienes tu información de que a esos personajes les ha sido beneficioso?

    Una foto no me vale.

    Tuve la oportunidad hace un par de años, de ir a una clínica a probar lo que es el ayuno. El fundador daba miedo verlo, su cara era abrupta, seria, un hombre de ciencia.

    Pero su método, sus estudios y su clara determinación de que el ayuno curaba, me enamoro por completo. Leí bastante sobre él.

    A base de caldos estuve durante catorce días, bastante buenos he de decir.

    Ejercicio moderado, un entorno silencioso, un equipo de médicos para mí, actividades varias y gente a mi alrededor que hacía lo mismo que yo.

    Primeros días, terribles. Dolor de cabeza, náuseas… y me dio por pensar durante todo el día en una tortilla de patatas con cebolla.

    Conforme pasaba el tiempo empezaron los cambios, muy interesantes, mi piel parecía la de una coreanadormía a pierna suelta, perdí peso, hasta notaba que mis órganos estaban cambiando, pero lo que más necesitaba no cambió. Porque mi propósito no lo conseguí, lo que necesitaba realmente. Necesitaba una cura más profunda.

    Por eso escribo este artículo, el ayuno no es una moda con tiempo límite, no es algo que se deba tomar a la ligera, la panacea  para adelgazar, la solución para la ansiedad.

    Es la cura más humana que existe porque lo engloba todo, lo físico, lo mental y para quienes quieran, incluso lo espiritual.

    Desprenderte de los auto juicios, observar los cambios que vas consiguiendo, mimarte mucho, tú mejor que nadie sabes cómo hacerlo, liberarte de la mente que te sabotea constantemente y hacer lo que de verdad quieres.

    Si vas a hacerlo como método para perder peso te vas a cansar rápido, busca un buen nutricionista, come bien y haz ejercicio. No le des más vueltas.

    El ayuno aporta beneficios muy significativos a los órganos vitales, descansan y se renuevan. Somos unas maquinas auto regeneradoras brutales.

    La información veraz por personas expertas es la mejor manera de llevar un periodo de ayuno seguro.

    Ahora que vamos a cambiar de estación, es buen momento para hacerlo tranquilamente y sin agobios.

    Espero que lo disfrutes.

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