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Personas mayores, dependencia y gasto público ¿hacia donde nos dirigimos?

    Firma Invitada: Marcos Muñoz

    Es bien conocido por todos el “problema” que nos indican desde los diferentes gobiernos e instituciones públicas. He entrecomillado la palabra problema, pues, desde el punto de vista saludable y desde la razón y la lógica sería todo lo contrario, sería más bien una bendición ¿Qué de que estoy hablando? Pues de la esperanza de vida ¿Va cobrando ya todo algo más de sentido?

    Solamente hay que echar un vistazo a la estadística, ya sea gubernamental o privada, para darse cuenta de que, la esperanza de vida ha ido subiendo hasta plantarse bastante por encima de los 80 años (Figura 1). Y es que, no hace tanto, en 1980 (antes de ayer) bajaba de los 75. Hemos ganado cinco o seis años de esperanza de vida en apenas 40 años, pero si aún echamos la vista más atrás la ganancia se podría contar por décadas en lugar de lustros. Es más, las perspectivas de esperanza de vida en los próximos años son igualmente esperanzadoras con generaciones actuales que podrían ya acercarse al siglo. Si hay que poner un pero estadístico y, como se puede observar en el gráfico, solamente se ha visto afectado el crecimiento debido a la pandemia por COVID-19.

    Tabla 1. Gráfica sobre el aumento de la esperanza de vida en España.

    Fuente: INE. Indicadores demográficos básicos (publicado en junio de 2021 con datos provisionales de 2020. Próxima actualización: diciembre de 2021)

    Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) se pronostica que, en sólo otros 30 años, la población mayor de 60 años se duplicará gracias a varios factores influyentes como la industria farmacéutica, mejor y más avanzada asistencia sanitaria, mejor alimentación, mayor conocimiento de hábitos saludables y sobre todo, actividad física también en la edad adulta. Todo hasta ahora parece genial, más tiempo para vivir experiencias, disfrutar, estar con los tuyos, hacer todo aquello que nos gusta y con lo que disfrutamos, entonces ¿Se le puede poner alguna pega? Al parecer las hay bastantes y, adivinen, casi todas relacionadas con el dinero.

    Volviendo al comienzo del escrito, el bendito “problema” del aumento de la esperanza de vida, parece que solamente es problema cuando hablamos en términos económicos. A no ser que hayamos estado muchos años viviendo en una cueva, nos han llegado las noticias sobre pensiones, gasto sanitario, copagos de medicamentos, dependencia… Ya nos hemos acostumbrado a hablar de los mayores en las noticias como problemas sociales o cargas que mantener y es de justicia indicar que los mayores no son cargas, ni mucho menos un problema y que faltaría más, no todos son iguales. No debemos asimilar el concepto como persona inactiva, enferma y altamente dependiente, me niego. Y eso que, de nuevo, los cálculos de la OMS en respecto gasto sanitario en personas mayores de 60 años, representarán 2/3 del total. No obstante, la imagen cuenta, y en lugar de presentar a la etapa del adulto mayor con una connotación negativa como nos publicitan, durante el día a día podemos observar cómo nuestros mayores están cada vez más integrados socialmente, en redes sociales, actividades de ocio, nuevas tecnologías etc. Tomemos costumbre en pensar en la edad del adulto mayor como personas saludables, independientes, felices, activas, motivadas y con una buena calidad de vida.

    Entonces, siguiendo los datos estadísticos y futuribles ¿Está todo perdido? Y aquí es donde entra, posiblemente, la herramienta más valiosa, conocida, barata y testada por especialistas y sanitarios: LA ACTIVIDAD FÍSICA, con mayúsculas, hasta el final.

    De esto ya, más adelante, seguiremos hablando.

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