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Redes Sociales: El escaparate de tu vida

    “La discreción es una virtud sin la cual, dejan las otras de serlo” Sir Francis Bacon

    Hoy en día el uso y abuso de las redes sociales como vehículo de comunicación interpersonal, nos puede hacer olvidar que también hay que saber comportarse en ellas con educación y siguiendo un protocolo que muchos desconocemos pero que todos deberíamos aplicar. La participación en las redes sociales requiere un compromiso personal e indudablemente entraña algunos riesgos que debemos valorar, pero también los resultados positivos pueden compensar esos riesgos.

    Las redes sociales son un escaparate, una ventana abierta de tu vida personal o profesional y por eso todos deberíamos tener mucho cuidado a la hora de subir determinada información, ya sea por escrito o fotografías. No es la primera vez que un famoso comete algún error imperdonable ya sea de ortografía o cultura en general que inmediatamente es percibido por todos sus seguidores con la consiguiente repercusión mediática desfavorable

    ¿Cómo podemos evitar disgustos que aunque a menor escala también nos puede perjudicar y cómo hacer para no dejarnos llevar por el impulso inicial?

    En primer lugar tenemos que hacer una distinción entre las grandes redes sociales con más seguidores: Facebook, Twitter, Instagram y Linkedin.

    Facebook: cómo exponer nuestra vida privada sin limitaciones.

    En primer lugar debemos hacer un perfil lo más completo posible, primero para darnos a conocer a nuestros amigos y después para poder ser localizados. Debemos evitar añadir amigos sin presentarnos correctamente, muchas veces la fotografía y el nombre no bastan. No es correcto enviar invitaciones de amigos masivamente solo por el hecho de tener muchos seguidores, desvirtúa mucho la veracidad de tus datos.

    Se nos plantea la cuestión de cómo elegir adecuadamente las fotografías que compartiremos en facebook. En ese sentido hay que tener mucho cuidado a la hora de subir fotografías que nos puedan comprometer de una forma u otra. No olvidéis que hoy en día son muchos los departamentos de recursos humanos que navegan en los perfiles privados de un candidato para sacar información del mismo y ver cómo se comportan en su vida privada. Ojo con las fotos de fiestas o cualquier otra que pueda dar una imagen poco adecuada de tu persona.

    Twitter:  la inmediatez de la información y desinformación

    Esta red social  se ha convertido, sobre todo gracias a las aplicaciones que tienen todos los teléfonos móviles, en el gran hermano a pie de calle. Todos nos podemos sentir como reporteros de nuestra vida, ya que son muchísimas las personas que dan información detallada de todos y cada uno de sus pasos: “Buenos días acabo de levantarme” me duele la garganta, tengo fiebre”, “no tengo nada en la nevera”..etc.. Sinceramente ¿creéis que es necesario dar esa información a nuestros seguidores?

    Igual que en facebook hay que evitar el seguimiento masivo de todo el mundo para aumentar tus seguidores, eso solo funciona cuando eres personaje popular, para la vida cotidiana no es necesario tener cientos de followers a las que no conocéis y con los que probablemente no intercambies un tuit jamás. Dosificar la información que damos es un hábil recurso para mantener la privacidad. No es conveniente ser un libro abierto, puede traer consecuencias no agradables.

    Instagram: La imagen como soporte de comunicación

    Diseñada en 2010  con la idea de subir fotos y videos, sus usuarios pueden aplicar efectos fotográficos como filtros, marcos, similitudes térmicas, etc., para posteriormente compartirlas en esa red social o en otras como Facebook, Twitter, Flickr y Tumblr. Una de las características distintivas es que da una forma cuadrada a las fotografías en honor a la Kodak Instamatic y las Polaroid.

    Para poder hacernos una idea de la repercusión y difusión de esta red social, desde 2010 hasta Mayo del 2016 el número de usuarios ha pasado de un millón a  seiscientos millones. Para triunfar en Instagram es, según algunos influencers,  imprescindible seguir unas normas: publicar como mínimo una foto al día, las fotos deben estar muy cuidadas, por eso a veces hay que repetirlas varias veces hasta conseguir la foto “perfecta” que parezca totalmente natural y espontánea. No abusar de los filtros y retoques, la mejor luz es la de la tarde y hay que procurar parecer estar en movimiento para que la foto sea más impactante.

    Según las últimas tendencias, se llevan las fotos haciendo running, yoga y como siempre las de comidas, en esta temporada las frutas de colores tropicales. Como siempre hay que evitar caer en la tentación de la sobreexposición de nuestra vida privada.

    Linkedin: Recursos Humanos en la red

    Últimamente Linkedin está tomando posiciones como la mejor red social para relacionarte profesionalmente, por eso debemos seguir las mismas directrices de discreción que en el resto de redes.

    Linkedin efectivamente es la única red social de carácter meramente profesional. El perfil que te hagas debe ser un “curriculum vitae”. Por eso aquí sobre todo debemos cuidar de una forma especial tanto el lenguaje como las publicaciones. Las fotos deben dar una imagen de seriedad y profesionalidad y es conveniente explicar tanto los logros como las aspiraciones profesionales que tenemos, ya que esta red está considerada como un activo y productivo departamento de Recursos Humanos que utilizan muchas empresas para la captación de candidatos a nuevos puestos de trabajo.

    ¿Por qué compartimos tanta información en las redes sociales? Según Elisabeth Bernstein, socióloga «revela la poca importancia que le damos a la privacidad». Nuestro cerebro posee un mecanismo de autorregulación que se acciona para intentar impresionar al otro y  aparentar ser interesantes y atractivos. Al centrar nuestra atención en intentar atraer, el cerebro deja de prestar atención a la información que revelamos y perdemos la capacidad de filtrar nuestros pensamientos.

    Nos queda reflexionar sobre la necesidad de lo que algunos han calificado como exhibicionismo desmedido, y me viene a la memoria aquel famoso refrán de “El buen paño, en arca se vende” que si lo actualizamos alude a la moderación y discreción de la que, últimamente tanto jóvenes como menos jóvenes carecen.

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