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100 años de la moda femenina

    ConGlamour.es

    «Un buen diseño puede soportar la moda de diez años» (Yves Saint Laurent)

    Nos ha parecido divertido este vídeo editado por el portal Mode.com, que nos muestra como ha evolucionado la moda femenina en los últimos 100 años.

    Algunas de los looks vuelven a las pasarelas. Fijaros bien.

    Vestirse no es sólo una cuestión estética, en la prehistoria aparece la necesidad de protegerse del frio con las pieles de los animales que cazaban. Son los egipcios los que utilizan el lino para confeccionar el shenti, prenda básica de su vestuario que se completaría con el calasiris una túnica ceñida. Las mujeres utilizaban una túnica larga y ceñida llamada blusa teñida en diferentes colores según el estatus social. Grecia, Roma, Mesopotamia y Persia adaptaron estas túnicas en distintos materiales y colores dando origen a una evolución en la forma de vestir.

    La forma en que nos vestimos determina no solo el estatus social sino también al grupo social que pertenecemos dentro de ese estatus. La moda se ve sujeta a las necesidades de cada época y a los cánones impuestos por los diseñadores, que aprovechan los cambios sociales para marcar tendencias y revolucionar la historia de la moda, introduciendo prendas innovadoras o adaptándolas a los nuevos tiempos.

    El siglo XX probablemente sea el más fructífero en cuanto a evolución en la forma de vestir, tanto femenina como masculina. Aunque estamos en constante renovación y se rescatan prendas que parecían olvidadas, actualizándolas y dotándolas protagonismo.

    corset

    El corsé

    Prenda por excelencia utilizada  durante los siglos XVIII y XIX, que moldeaba el cuerpo de la mujer, para conseguir la tan deseada figura “reloj de arena”. Durante la segunda mitad del siglo XIX alcanzó su mayor apogeo, convirtiéndose en prenda de culto, se adorna con encajes, bordados y pedrería se adorna ricamente, con bordados, pedrería y encajes, transmitiendo la mujer una imagen de elegancia y fragilidad, con el busto elevado y la cintura extremadamente estrecha (cintura de avispa) y faldas con mucho volumen.

    A principios del siglo XIX, la mujer consigue liberarse de este complemento que se llevaba sobre una camisa interior de lino o algodón, para favorecer un ajuste más preciso que sería más dificultoso si se hiciera directamente sobre la piel.

    Vestidos flappers

    En los años 20, nacía un nuevo estilo de mujer que desafiaba las normas impuestas no solo en cuanto a moda, sino a comportamiento y actitud. Las flappers, no llevaban corsé, se cortaron el pelo (el famoso estilo bob cut), usaban maquillaje, bebían y fumaban y rompieron con la imagen de mujer cándida de siglos pasados. Inspirados en el ArtDecó los vestidos se acortaron, se adornaban con plumas, flecos y pedrería. Una mujer sensual que tuvo a Coco Channel como la principal impulsora de esta moda que revolucionó el estilismo femenino de forma definitiva.

    Femme fatale

    En los años 30 y después del crack de la bolsa de Nueva York, los diseñadores tenían que adaptarse a la nueva situación socioeconómica del momento utilizando materiales más económicos y nuevos tejidos. Las siluetas se afinan, vuelven las curvas y la sensualidad con profundos escotes, las faldas más largas, se entallan en la cintura. Es la época de actualizar prendas y darles una segunda oportunidad. Aparecen los primeros pantalones y la industria del cine que vivió su edad de máximo glamour, inspiro a grandes diseñadores a crear estilismos sofisticados que marcaron como iconos de la moda a las actrices del momento: Marlene Dietrich, Bette Davis y Katherine Hepburn.

    Inspiración militar

    La década de los 40 estuvo dividida en su primeros años por una moda austera y el uso de pantalones para la mujer que se incorporó sin reparos al mercado laboral en fábricas, y unos últimos años con el resurgir de una mujer femenina, de cintura ajustada y un esmerado cuidado en su imagen personal.

    Trajes de chaqueta de inspiración militar en tonos neutros y con hombreras, permitían la combinación de diferentes looks. Vestidos básicos estampados (el tea dress), ligeros y vaporosos, aparecen los stilettos y las zapatillas anudadas al tobillo. La sociedad puritana se escandaliza con la aparición del traje de baño de dos piezas: el bikini.

    New look

    Christian Dior definió de esta manera la moda de los años 50. Una vuelta a la mujer femenina, marcando cintura con el vestido como prenda estrella: entubado y midi con aberturas traseras para permitir caminar sin dificultad, o el vestido de falda semiplisada o corte evasé. Nace el pantalón capri y los complementos siguen siendo pilar fundamental: cinturones para ajustar la cintura, sombreros y tocados para cada momento del día, guantes y gafas de sol grandes y de pasta y en tonos pastel. El maquillaje también marcó un hito en esta década: el cat eye que sigue vigente en la actualidad.

    La minifalda

    Una nueva revolución se avecina en el mundo de la moda en los años 60: la llegada de esa prenda tan diminuta que generó polémica entre los ambientes más conservadores. Algunos deben su creación a Mary Quant, el hecho es que se convirtió en símbolo de libertad para las mujeres que reivindicaban su derecho a vestir prendas más informales. Nacieron las lolitas, mujeres con aspecto aniñado que se enfundaban en vestidos de corte recto y geométrico que escondían sus curvas. Los pantalones pata de elefante, los vaqueros como prenda fetiche y que se utilizaba fuera del ámbito laboral, prendas de inspiración hindú que dieron origen al movimiento hippie en los últimos años de la década.

    El reinado del poliéster

    Los primeros años de la década de los 70, se alternaba el estilo hippie: pelo largo, largos kaftanes, colores brillantes, pantalones anchos, con las nuevas tendencias: zapatos de plataforma, pantalones de corte bajo, camisetas ceñidas, pantalones de pitillo y de campana se utilizaban por igual. Dejan de utilizarse los sombreros y el cabello se lleva largo y de forma natural. Bolsos grandes y grandes gafas. Triunfa el estilo disco en Nueva York, mientras que en Londres nace la estética punk promovida por Vivianne Westwood.

    Tribus urbanas

    Los 80 se caracterizan por una época de rebeldía, la moda era una forma de expresión social de aquellos jóvenes que mostraban su rechazo a los convencionalismos, agrupándose en lo que se llamaron las “tribus urbanas” de esta forma convivían desde el punk más radical, hasta los pijos. Y la moda en esta década está marcada por esos grupos. Heavy: ropa oscura, negra y cuero, accesorios con tachuelas, botas militares, camisetas con logos de las bandas son sus señas de identidad. Punk: pelo rapado y crestas de colores, maquillajes exagerados que fueron derivando en prendas desgarradas deliberadamente y símbolos pronazis y satánicos. Rockabilly: inspirado en la moda pin up de los 50, vuelven los tupés, las faldas de tubo, pantalones de talle alto y tacón altísimo. Labios rojos y eye liner marcado son esenciales.

    New age: vuelta al estilo romántico y hippie, estampados vaporosos, vaqueros de talle bajo, flores en el pelo. Las prendas de esta década: bombers, cazadoras de cuero, vaqueros desgastados efecto nieve, cazadoras oversize, leggins, calentadores y botas de estilo militar. Un maquillaje extremadamente colorido, y el cabello con mucho volumen.

    GianniVesace

    Comodidad y minimalismo

    La sencillez en colores y prendas marcan la década de los 90. Aparecen las topmodels que nos acercan a una línea de ropa más versátil. El estilo vaquero sigue estando presente, pantalones de tiro alto que se combinan con camisas y cazadoras tambien dénim, total look. Los pantalones aparecen desgastados y con rotos influidos por la tendencia grunge. Las cazadoras oversize con bordados o parches siguen marcando tendencia en la actualidad.

    Vestidos ajustados y con estampado floral y los lenceros sencillos, dos formas de llevar un vestido en los 90, coordinado con bomber o chaqueta.Tops cortos que permiten lucir el ombligo, las camisas blancas se anudan a la cintura para actualizar una prenda de siempre.

    SIGLO XXI


    Siglo XXI

    A estas alturas, ya está todo inventado, así que nos queda actualizar y modernizar las prendas fetiches de décadas pasadas, con materiales modernos y complementos más llamativos. El vaquero se mantiene firme en el primer puesto de prenda incombustible. Vuelven las faldas largas que conviven con la minifalda (solo apta para jóvenes de esbelta figura). Se reinventan los pantalones para adaptarlos a la diversidad de gustos: anchos, pitillo, tiro alto… La característica principal es que no hay una moda lineal, podemos encontrar distintas tendencias en perfecta armonía.

    Foto portada: Fuente: www.behance.net 

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