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Gladiador de la vida

    Manuela Torres / Firma Invitada

    Esta no es una  simple reflexión, un relato de tantos, una narración al uso, es mucho más que todo eso; hoy quiero ir un poco más allá y describir desde lo profundo de las entrañas a un corazón GRANDE, LUCHADOR Y PURO AMOR.  Sólo los guerreros de la vida que la viven a tope, con coraje y pasión lo pueden tener así!!!

    Es la historia de un gladiador de la posguerra, un combatiente fuerte de la vida; que ya desde que vino a este mundo, estaba predestinado a combatir en mil batallas y a ganar siempre con mucho esfuerzo, y sudor.

    Sin apenas haberla conocido, él nos hablaba de la guerra civil española.

    Fue uno de tantos huérfanos que la maldita guerra dejó sin padre, con solo tres añitos se enfrenta a su primera batalla y eso le marcó de por vida!!!

    El segundo de tres hermanos ( la peor posición en una familia). Su hermano mayor varón y la pequeña una niña. Para ayudar a su madre viuda, trabajó desde que apenas levantaba un palmo del suelo; había que sostener entre todos a la familia. Aunque a él su posición en el organigrama familiar, hijo mediano, le supuso un estorbo y “ apechugar “ más que a los otros hermanos; (otro combate al que se enfrentaba), tal vez esta circunstancia casual y al azar, unida al hecho de quedarse huérfano siendo prácticamente un bebé, iban marcando ya su destino, y lo convirtieron en un GLADIADOR, toda su vida.

    Nunca tuvo recuerdos físicos de su padre, ni siquiera una sola fotografía en la que pudiese imaginar un rostro, unos rasgos, unos gestos, una mirada.

    Jamás lo conoció, ni vio imagen suya, siempre a través de otros que le contaban anécdotas y le describían cómo era, que hacía; familiares, amigos, su madre, sus tíos.

    Y así él en su mente infantil, fue forjando un retrato de aquel hombre al que nunca conoció.

    Le comentaban que físicamente eran muy parecidos e incluso en carácter, un hombre impulsivo, con carácter, noble y de ideas fijas (a las que nunca renunció y por las que murió), valiente y gallardo como lo fue su hijo, Mi PADRE!!! 

    Y a este guerrero le llegó el servicio militar con el que le tocó lidiar ya en su juventud; dejando a su gran amor (mi madre), en su pueblo natal; esa pequeña aldea que nos han ido enseñando a querer y a no renunciar a nuestras raíces!!!

    Según nos contaba, fue una experiencia bonita la suya, como astuto que siempre fue, su amistad con un mando superior hizo que ambos se cogiesen bastante afecto, y lo tomará como acompañante personal.

    Esto unido a que salía de su tierra a la que tanto quería, pero en la que tanto trabajó y luchó, le vino como un soplo de aire fresco de experiencia y recorrido por una vida alucinante, diferente y atractiva, que no había conocido nunca. Hasta tal punto, que una vez terminado el servício militar, se enganchó en los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado; la Guardia civil. Recorrió casi toda España en diferentes destinos y vivió su ÉPOCA DE GLORIA.

    Pero la vida de nuevo lo puso entre la espada y la pared y en su último destino, tierras vascas, vivió el nacimiento de la banda terrorista ETA, y por tanto una mala época de experiencias vividas, (que nunca contó a nadie por trágicas y dolorosas, y se las llevó con él al otro mundo), insoportables y nefastas. La presión diaria a la que estaba sometido este cuerpo era total. En ningún estanco les vendían tabaco, y en los bares se negaban a servirles café, tenían que hacer la compra en supermercados fuera del pueblo, y jamas se les ocurría a él ni a sus compañeros, salir a tomar una copa vestidos de paisanos.

    Y sí porque no decirlo, la coacción a la que estaban sujetos llegó a ser irrespirable, deprimente y vejatoria; hasta el punto de “que sintiesen miedo”, amenazados continuamente,  por ser simplemente miembros de la benemérita.

    Según lo poco que refería de aquella época, sólo se encontraba seguro entre las cuatro paredes del cuartel.

    Creo que nunca lo superó y le dolió hasta el último momento, porque amaba esa profesión y no había ni un solo año que al ver desfilar a la Guardia Civil por televisión el día de las Fuerzas Armadas, no corrieran las lágrimas por sus mejillas (este quizás fue el más duro de sus combates, el que guardó en su corazón y tiró la llave , para que nadie jamás pudiese hurgar en esa herida) Se sentían odiados por mucha gente del pueblo por los radicales, y esto llegó a ser asfixiante, desmoralizador y opresivo. Cuando patrullaba por las calles junto a sus compañeros, escuchaba cómo les  llamaban “cerdos torturadores”; por supuesto en Euskera.  La coacción a la que estaban supeditados y el infortunio, adversidad y porque no decirlo “el pánico” que vivió allí, hizo que se replantease volver a su tierra, comenzar de cero y casarse con su amor incondicional, (mi madre).

    Y cómo él me contaba poco antes de dejar este mundo, estaba acostumbrado a trabajar y tenía dos manos y un “par”. Con lo que una vez más comenzó una nueva andadura laboral, que le duraría casi 30 años, con subidas y bajones, pero siempre con arrojo y coraje salía de todos los baches, y en una de esas nacemos nosotras sus dos hijas, a las que el gladiador convirtió en princesas, y las paseó por multitud de lugares, llevándolas siempre de su mano, satisfecho y orgulloso!!!

    Y que “ni el viento las toque, porque tiene pena de muerte, el viento si las toca” ( parecía decir)

    Él luchador, el combatiente, el soldado de la vida, con sus hijas todo lo arreglaba con cariño y amor, ni un regañina tonta, ni una sola reprimenda, ni un mal gesto, (qué igual, alguna vez nos hizo falta; pero eso, ya se lo dejaba a mamá); por eso ni quiero ponerte “peros”, ni puedo, “ni me da la gana“; fuiste un HOMBRE ejemplar en todo!!!

    Trabajó por y para su familia, priorizó la formación de sus hijas, invirtió en un pequeño patrimonio para sus descendientes. Porque nadie le regaló nunca nada, todo lo hizo de sol a sol y con sus dos manos. Un gladiador de la vida que nació y sobrevivió en la posguerra y a la última pandemia de este siglo (Quien se lo iba a decir a él).

    Y por fin, llego la época dorada, sus TRES NIETOS, a los que adoraba y quería más que a su propia vida; tanto él como mi madre volvieron a la infancia, jugaban como si fuesen otros niños, reían a carcajadas, les enseñaron a montar en bici, a nadar y no sé qué mil cosas más… Ansiaban los esperados veranos, porque los cinco marchaban, dos / tres meses al lugar de origen donde comenzó todo.

    Y ellos eran extremadamente felices, fue su última época esplendorosa y brillante que les regaló la vida, (pero no por ser la última, fue la menos importante), y todos ellos la supieron aprovechar.

    El amor fue mutuo, tierno, intenso, generoso, tan profundo y verdadero entre abuelos y nietos, qué es difícil de igualar y que por muchos años que pasen, estoy segura que aquellos “ niños”, nunca dejaran de recordar aquella infancia, ni a sus abuelos.

    Su lucha, su entrega, su bravura, su generosidad, su nobleza, el haber atravesado por mil batallas, lo convirtieron en un GUERRERO DE LA VIDA, de la que siempre salió ganador!!!

    Y cómo te costó irte papá, no querías, porque tú lo que querías era VIVIR, y ver tus partidos de fútbol, y andar por tu pequeño huerto viendo las hortalizas dar sus frutos, y mirar las higueras, y subir a ver tus olivas,  y tomarte un café con Gregorio, y hacer una parada en el “ Oasis “ y comer si te apetecía; lo querías todo papá y eso me has enseñado a mi, a no rendirme a quererlo todo.

    Aunque al final tu cuerpo se iba haciendo pequeño y débil (te pusiste a rezar), porque creías en Dios y te encomendabas a él todas las noches, como mamá te enseñó. Aunque la palabra muerte, es así de fea, la tuya no lo ha sido. Los nobles al final siempre ganan las batallas con honor, y hasta tu último combate con la muerte saliste victorioso!!!

    Porque ella quería llevarte a su manera, jugar contigo a ir y venir y asustarte. Y tú como sólo los SOLDADOS saben hacer, le dijiste “ehhhhhhh “, que me voy yo, “a mi manera”; YA !!!, en un PLIS, PLAS “vámonos ya” “esto se ha terminado“ (como siempre decías).

    Tu última vez, TÚ ÚLTIMA FAENA, también saliste GANADOR. Y esa “dama fea”, no se salió con la suya, te fuiste deprisa y sin hacer ruido; cómo cuando ya estabas arto y cansado y querías ir a otro lugar; tú frase fetiche, era “VÁMONOS YA DE AQUÍ “. Y dicho y hecho !!!

    Y cómo alguien dijo, con esto solo quiero que te conozca la gente “GLADIADOR MÍO”, que fuiste un combatiente de la vida, y que YO te lo debo todo, GRACIAS por existir!!!

    No puede caber más orgullo, todo se ha cumplido, tal cual  PAPÁ!!!

    4 comentarios en «Gladiador de la vida»

    1. Pero bueno, Manuela Torres ,eres una escritora maravillosa,lo llevas en las venas porque eres otra gladiadora de la Vida.
      Un fuerte abrazo y hasta pronto

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