Pues sí amigos, la mayoría de personas que va a leer esta sencilla reflexión, tenemos hijos que nacieron en este milenio.
Son los llamados “Milennials”
Nosotros sus padres, al igual que hicieron con nosotros los nuestros, pensamos que la formación les abriría caminos a un futuro seguro y brillante, en el colegio les mostraron lo mismo, y tanto unos como otros los dirigimos hacia la meta final, la Universidad; era la garantía de estabilidad económica y un buen trabajo.
Pero el estallido de la burbuja inmobiliaria fue el punto de partida de lo que se avecinaba. Muchos de nuestros hijos se formaron y se siguen formando, hasta convertirse en la generación más preparada de la historia. Otros los menos, se negaron y optaron por el empleo y el dinero pronto y seguro.
Comenzamos el nuevo siglo con muchas esperanzas, iba a ser una época de prosperidad, de emprendimiento, de muchas posibilidades para nuestros jóvenes.
Y en medio de todo, algo negativo se intuía y llegó la Pandemia (nos pilló por sorpresa y sin saber bien qué era; nos sonaba a algo muy remoto, peste negra, viruela, gripe española….)
Todo cómo una historia que nos habían contado, pero que incluso podía ser hasta irreal. Pero fue verdad y muy verídico, todo era un caos, un sin sentido de la sociedad, de la gente, de los dirigentes, de la economía, de la sanidad, que terminó con casi 40.000 personas fallecidas en 2021, una tragedia, nunca vista antes por nuestra generación!!
Nunca habíamos vivido algo así, ni en nuestras peores pesadillas. El resultado de esta catástrofe, influyó de manera rápida en la sociedad, cambiaron los valores que nos habían inculcado durante años, el planteamiento de los proyectos a medio/largo plazo. Lo acelerado y desenfrenado del momento, con unas medidas drásticas impuestas por el gobierno, hizo que la economía se desplomará. Familias de clase media empobrecen de la noche a la mañana, se abre paso el individualismo, todo se pone del revés y nos pilla sin saber afrontar este desorden, todos estamos confundidos. Nadie nos preparó para algo así, para un cambio tan veloz, agresivo y violento de la sociedad. Terminaba el estado del bienestar, que tanto tiempo disfrutamos, y no estábamos preparados ni sabíamos desenvolvernos en otro modo de vida. Tuvimos que adaptarnos a un ritmo desenfrenado y muchos se quedaron en el camino!!!
Nuestros jóvenes los más formados y preparados de la historia, ven ante sus ojos que todo por lo que luchaban se desmorona, que quizás el esfuerzo ha sido inútil, porque están viendo y viviendo una época de regresión en sus propias familias, en la llamada clase media. Por eso muchos tienen que irse lejos para poder ejercer su profesión, hay fuga de cerebros a otros países. Y por supuesto muchos sufren el paro, o trabajan en empleos no cualificados y condiciones precarias. Se palpa la INCERTIDUMBRE en muchos de ellos, son bastante más escépticos y viven el día a día, siendo mucho menos pacientes de lo que nosotros fuimos, a partir de lo que sucedió en marzo de 2020.
No han tenido más remedio que vivir y aprender a vivir, a golpe de desconcierto, confusión, y vorágine social en todos los niveles!!!
La autoridad tradicional también se cuestiona, la gente joven se mueve más por el fondo que por las formas.
Han nacido con las nuevas tecnologías y se comunican a través de ellas con el mundo.
Las redes sociales las perciben como un medio de interacción sin límites, hasta llegar a sentirlo como un espacio de pertenencia.
Pero también esta generación se está haciendo mayor, nacieron a partir del 1 de enero de 2000 y siempre han llevado un móvil en el bolsillo, en las redes comparten todo su quehacer diario. Y aunque tras la explosión a ritmo vertiginoso de cambios sociales, pandemias, guerras, etc, que les ha tocado vivir, tienen a simple vista un FUTURO incierto, aunque yo también diría que ESPERANZADOR; a pesar de vivir en una continua inseguridad e incluso miedo, que leían y veían a diario en redes sociales, y medios de comunicación. El mundo estaba explosionando y no se sabía cómo ni cuándo iba a parar esto. Pero todo lo que han vivido de una forma tan precipitada, tan asombrosa, tan inestable e incierta, les ha hecho saber que hay que vivir la rutina y el día a día, vivir el presente es la mejor forma de superar esa inconsistencia.
Se están convirtiendo en adultos que no tienen el convencimiento de que un trabajo estable les vaya a esperar al otro lado de la Universidad. Al igual que han crecido viendo una normalización de escenarios (YouTubers, Influencers, artistas…), que buscaban para sí, porque eran los que triunfaban, tenían en ellos a sus referentes cercanos.
Han crecido en un mundo, en el que sus iconos hablaban con naturalidad de sexo, relaciones abiertas de pareja, machismo, feminismo, igualdad, falta de creencias importantes, cambios en las relaciones sociales, las familias tradicionales están disminuyendo y nacen otras nuevas formas familiares.
Lo cierto es que aunque a nuestra generación nos cueste reconocer y seguimos pensando que fue la mejor, estos chic@s LO TIENEN todo para EL ESTRELLATO y grandeza de su propia vida (si lo saben aprovechar, porque sino otros acabarán estrellados), por el inmenso POTENCIAL que han RECIBIDO a su alrededor desde pequeños, sabiendo que nacieron en un escenario único e inigualable, cuando el mundo estaba destinado a “morir”.
Ellos sobrevivieron a ritmo de cambio y mantuvieron el pulso a una sociedad que los vio crecer y no se lo ha puesto nada fácil.
Alucinante fue el inicio que tuvieron al nacer poderoso e intenso. Sí saben DARLE BUEN USO a todo este POTENCIAL, que han vivido, serán los más igualados, beligerantes y poderosos que nunca existieron. Ellos ya han dejado su impronta y cambios en las generaciones anteriores. Resultaría muy útil para los responsables y dirigentes, políticos, económicos y sociales, conocer y estudiar las características y la capacidad tan poderosa y fuerte de los “Milennials” y aplicarlas diligentemente y con buenos fines, en pros de esta generación, única, singular y súper POTENTE, que en la mayoría de los casos amigos y amigas, son NUESTROS PROPIOS HIJOS!!!