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Niños en la mesa: cortesía infantil

    Mercedes Ruiz / Firma Invitada

    La mesa es uno de los lugares más adecuados para iniciar la educación de los niños en las reglas de protocolo que les acompañarán el resto de su vida. Tenemos que armarnos de paciencia para no decaer,  mantenernos firmes y de esta forma establecer los límites necesarios para hacer de los más pequeños un ejemplo de saber estar.

    Hay que ser muy persistentes para acostumbrarles a actuar de forma adecuada y enseñarles a diferenciar lo que está bien de lo que está mal. La labor de los padres como educadores es una de las más gratificantes, pero sólo la constancia y una gran dosis de imaginación y paciencia puede hacer posible lo que en un principio puede parecernos tarea improbable, sin olvidar que nosotros somos el espejo donde ellos se miran, no puedes pretender que tu hijo se comporte correctamente en la mesa y adquiera buenos hábitos si tú no eres el ejemplo a seguir.

    A la mayoría de los padres se nos ha presentado la duda sobre qué hacer cuando los niños rechazan determinados alimentos. En primer lugar de nada sirve convertir la hora de la comida en una batalla campal, no olvidemos que los niños tienen una capacidad de aguante infinita y saben cómo ponernos a prueba. Es lógico que los niños rechacen de entrada determinados alimentos: verdura, pescado…etc. Los profesionales, en este caso los pediatras, nos aconsejarán sobre la mejor manera para introducir esos alimentos que de entrada no les resultan apetecibles. Nunca olvidemos que la mesa no es el momento para jugar y nosotros como padres responsables debemos enseñar a nuestros hijos que con la comida no se juega. Si no quieren comer, lo mejor es retirar el plato.

    Decidir cuándo debemos enseñarles a utilizar correctamente los cubiertos depende de la madurez de cada niño, pero siempre es preferible iniciarlos en el uso correcto de vasos, platos y cubiertos cuanto antes mejor. Es nuestra responsabilidad enseñarles que con los cubiertos no se señala, no se lanzan, no se ponen hacia arriba y no se utilizan para otra cosa que no sea comer. A partir de aproximadamente los dos años, y repito, dependiendo de la madurez de cada niño, es el mejor momento para enseñarles a beber en vaso.

    Últimamente hay una tendencia que se va extendiendo poco a poco: limitar la entrada de niños tanto en restaurantes como en hoteles, reconozco que como padres, puede resultarnos incluso ofensivo, pero ¿quién no ha vivido una situación incómoda en un restaurante, hotel o terraza donde los niños corren, gritan y juegan sin tener en cuenta que es un espacio común y que los demás no tienen por qué sentirse invadidos por carreras y gritos de niños ajenos? Por eso es labor imprescindible y un ejercicio de responsabilidad y civismo de los padres enseñar a nuestros hijos a mantenerse en la mesa correctamente mientras dura la comida y por supuesto a no molestar a los comensales si una vez terminada quieren jugar.

    La postura correcta en la mesa, tanto para mayores como para pequeños: perfectamente sentados, con la espalda pegada al respaldo, las piernas rectas y las manos sobre la mesa (nunca los codos) es una de las mejores formas de mostrarnos a los demás. No hay que dejar de insistir en que no pueden tocarse el pelo, rascarse la nariz o las orejas, chillar, llorar, interrumpir la conversación de los mayores y sobre todo y muy importante no levantarse de la mesa a media comida sin el permiso de los padres.

    Es cierto que hay muchos mayores y por consiguiente niños que no saben cómo utilizar correctamente la servilleta. Aunque para algunos niños ésta parezca su enemiga, es fácil corregirles si principalmente nosotros, los padres, la usamos de forma correcta. Ésta debe estar siempre entre las piernas y utilizarla para limpiarnos los labios y los dedos y solo dejarla sobre la mesa cuando hayamos terminado de comer. Colocarla en el cuello es una mala costumbre sólo admitida en niños muy pequeños si no llevamos babero.

    Y para terminar vamos a resumir las normas básicas de cortesía que todo niño debe saber y aplicar a partir de los cuatro años.

    • Lavarse las manos antes de comer
    • Una vez sentado a la mesa, no comenzar a comer antes que los padres.
    • Comer siempre con la boca cerrada y masticar lentamente.
    • No interrumpir la conversación de los mayores
    • Nunca jugar con los cubiertos.
    • Pedir permiso para levantarse de la mesa una vez que haya terminado de comer.
    • El uso de las palabras mágicas: por favor y gracias.

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