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«Si realmente amas la naturaleza encontrarás la belleza en cualquier parte» (Vincent Van Gogh)
Las primeras civilizaciones consideraban el olivo como árbol sagrado y utilizaban históricamente el aceite de oliva como bálsamo hidratante y reparador de la piel y cabello.
Antes del uso del agua y jabón para la higiene personal ya se utilizaba el aceite de oliva. Desde el antiguo Egipto, la primera cultura de la que tenemos constancia que lo utilizaban como elemento básico en la fabricación de perfumes y ungüentos, y de uso exclusivo para las clases altas y hasta el día de hoy la oleo cosmética ha convertido el ácido oleico en el principal reconstituyente de las membranas celulares de la piel.
En la antigua Grecia y Roma frotaban a los atletas de los juegos olímpicos para tonificar la musculatura. Galeno en el siglo II d.C. fabricó la primera crema hidratante a base de aceite de oliva, agua y cera de abejas.
Fueron los musulmanes los que investigaron sobre el uso del jabón como elemento imprescindible en el aseo personal y con una base de aceite de oliva mezclado con sustancias alcalinas como cenizas. A partir del siglo XV gracias al comercio comenzó a expandirse el uso y una floreciente industria jabonera.
Actualmente y gracias al profundo estudio de la dieta mediterránea y de todos los beneficios sobre la salud y la correcta nutrición, todas las investigaciones se centran ahora en la utilidad del aceite de oliva con fines cosméticos y en situar la oleocosmética en el lugar privilegiado que le corresponde
El aceite de oliva virgen extra es un producto totalmente natural, sin aditivos ni tratamientos químicos, conserva todos los antioxidantes naturales, vitaminas y ácidos grasos como el ácido oléico, que conserva la hidratación natural y flexibilidad de la piel. Actúa como agente reafirmante y regenerador sobre la dermis y protege de los agentes medioambientales externos.
Si apuestas por la cosmética natural y casera, sin duda el aceite de oliva virgen extra (AOVE) puede ser tu mejor aliado, por eso te ofrecemos unas sencillas pero eficaces recetas que puedes hacer en casa. Al no llevar conservantes, lo ideal es elaborar poco producto y guardarlo en el frigorífico:
Must have: Jabón casero natural de aceite de oliva virgen extra
El jabón de antaño, el que hacían nuestras abuelas y que actualmente está recuperando su lugar como imprescindible en nuestras vidas, es sin duda el cosmético de moda, económico, puro, sin aditivos ni colorantes ni conservantes. Recomendado para pieles con dermatitis atópica, tendencia al acné, e incluso indicado en el tratamiento de alopecia y problemas del cabello, su uso diario garantiza el restablecimiento del ph natural de la piel y le devuelve el brillo y belleza original.
Dermatitis atópica
Mezcla aceite de oliva virgen extra con polvos de talco hasta formar una emulsión con la consistencia de una pomada y aplicar en las zonas irritadas. Es un remedio natural sin contra indicaciones, infalible para aliviar todos los síntomas de la dermatitis atópica. Especialmente indicado para dermatitis del pañal.
Mascarilla para piel seca
Mezclar la clara de un huevo con unas gotas de aceite de oliva virgen extra (AOVE) y una cucharadita de miel. Aplicar sobre la piel limpia y dejar actuar durante 15 minutos.
Crema para el contorno de ojos
Calentar al baño María tres cucharadas de aceite de oliva, una cucharadita de cera de abeja y media cucharadita de manteca de cacao. Enfriar y añadir dos cucharadas de agua de rosas. Remover hasta formar una pomada.